Este díptico sugiere un paisaje abstracto donde la naturaleza se manifiesta de forma energética y vibrante. Los tonos verdes intensos evocan un entorno forestal, mientras que las pinceladas negras verticales recuerdan árboles estilizados o figuras totémicas. La base rojiza y anaranjada simula tierra ardiente o lava, aportando un contraste dramático que sugiere renovación o transformación. La superposición de capas y texturas genera profundidad y movimiento visual.
Bosque Ígneo
Acrílico técnica mixtas
































