Una obra que combina tierra, textura y geometría para crear una composición abstracta que evoca mapas antiguos, paisajes erosionados o sueños de arena. Las formas triangulares y las líneas sutiles sugieren una red de conexiones invisibles, como si cada trazo fuera parte de un territorio olvidado o imaginado. Su paleta de tonos arena, ocres y rosados aporta calidez y profundidad, perfecta para espacios que buscan elegancia, misterio y una conexión con lo natural.
Fragmentos del Desierto
Acrílicos en técnicas mixtas sobre lona en bastidor
































