Este díptico despliega una vibrante narrativa cromática que recuerda a un paisaje imaginario desde el aire. La base azul evoca un cielo o cuerpo de agua, mientras que las formas verdes serpenteantes parecen cordilleras o raíces flotantes. La franja roja intensa sugiere lava o una corriente de energía ardiente, contrastando con los toques de amarillo que aportan luz y dinamismo. La interacción entre los colores genera una sensación de flujo, transformación y expansión.