Este díptico abstracto se expresa a través de una paleta de tonos tierra, beige y blanco, generando una atmósfera de calma, textura y contemplación. Las formas verticales dominan la composición, evocando estructuras primitivas, troncos o pilares, mientras los trazos sueltos y las capas traslúcidas aportan una sensación de profundidad emocional. Una obra que dialoga con lo esencial y lo orgánico, ideal para ambientes que buscan arte sereno con carga simbólica y materialidad sensible.
Presencia Inmaterial
Acrílico técnica mixtas
































